¡Buenos días, lectores del boletín internacional de NO PASA NADA! Ya es miércoles, mitad de semana, y el tiempo vuela. Espero que hoy tengan un gran día y que este resumen de noticias les ayude a empezarlo bien informados.
Ser educado con la IA tiene un costo… literal
En estos días en que la inteligencia artificial se ha vuelto parte del día a día, una conversación en X entre usuarios y el CEO de OpenAI dejó a muchos con la boca abierta. ¿La razón? Reveló que decirle “por favor” y “gracias” a ChatGPT representa una “inversión de decenas de millones de dólares… bien gastados”.
Aunque pareció un chiste al principio, varios se pusieron a revisar y, en efecto, esas palabras corteses tienen un costo real. Y no es solo financiero, también energético.
Resulta que frases breves y simples —como “gracias” o “hola”— requieren que el modelo haga un proceso más complejo para entender el contexto y responder correctamente. Eso implica más carga de procesamiento, más uso de servidores y, por tanto, más electricidad.
Según datos de Goldman Sachs, una sola consulta a ChatGPT-4 consume unos 2,9 vatios-hora, mucho más que los 0,3 que gasta una búsqueda promedio en Google. Si tomamos en cuenta que OpenAI maneja más de mil millones de consultas al día, el gasto energético total supera los 2,9 millones de kilovatios-hora diarios.
Y como ya te habíamos contado en otro boletín (sí, el de las imágenes estilo Ghibli), todo esto también implica un enorme consumo de agua para mantener enfriados los centros de datos que hacen funcionar la IA.
Aquí está el link: https://www.gef.cr/
¿Trueque político entre Bukele y Maduro?
El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, propuso al gobierno de Venezuela un intercambio bastante polémico: enviar 252 migrantes venezolanos deportados a cambio de recibir la misma cantidad de presos políticos actualmente detenidos en Venezuela.
La idea fue lanzada justo después de que Donald Trump criticara duramente a los jueces de la Corte Suprema de EE.UU. por frenar las expulsiones masivas de migrantes. En ese contexto, Bukele —cercano al expresidente estadounidense— intentó capitalizar el momento proponiendo este “trueque humanitario”.
La respuesta del gobierno venezolano fue clara y tajante: la fiscalía calificó la propuesta de “cínica” y descartó cualquier posibilidad de negociación.
Pero Bukele no se quedó en silencio. Defendió su idea diciendo que los venezolanos detenidos en El Salvador no son simples migrantes, sino personas capturadas en EE.UU. por su supuesta vinculación con bandas criminales como el Tren de Aragua. Y añadió que, a diferencia de esos detenidos, los presos políticos venezolanos “no han cometido ningún delito”.
Una jugada arriesgada que mezcla migración, política internacional y derechos humanos…